lunes, 6 de agosto de 2012

George I conquistando Buenos Aires


Empecemos por lo primero. Anoche llegó el sempiterno, único e irrepetible George I. García: ensayista peso completo y tapiz benemérito del Omar Khayyám. Lo mejor: que vino con las maletas cargadas de libros. Entre ellos el ansiado debut del nunca bien ponderado Jorge Jiménez: Soy el enano de la mano larga-larga: (novela alter-ego-maníaca).  La edición, como todas las de Arlekín, impecable. El libro, una bomba nuclear. 

Además, George vino con el nuevo texto de Hinkelammert,  Lo indispensable es inútil. Hacia una espiritualidad de la liberación, también de la Editorial Arlekín y también en una edición que no tiene nada que envidiarle a ninguna editorial papuda. Conclusión: si las aduanas supieran de libros, a George no lo hubieran dejado pasar con esas municiones. 




2 comentarios:

  1. Salud por la gente que trafica libros. ¿Y no habrá forma de que también lo haga cuando regrese?

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  2. Claro que sí. Usted diga qué quiere y yo lo coerciono.

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